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Telefónica y sus rivales consideran viable la nueva regulación de 'telecos'

Las líneas maestras avanzadas por la CMT para la nueva regulación del sector ante el despliegue de las redes de fibra han logrado cierto consenso en la industria. La opinión mayoritaria es que Telefónica sale bien parada, pero sus rivales consideran que tienen campo para competir con ella.

(Cinco Días, 22/1/2008) No es habitual en el sector, más bien resulta extraordinario, pero el avance normativo de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) para la nueva era en la que entra la industria con el despliegue de las redes de fibra capaces de dar velocidades de acceso a internet de 100 megas ha sido bien recibido por casi todos los protagonistas.

´Es bastante razonable´, asegura una fuente de los rivales de Telefónica. ´De todas formas´, añaden, ´habrá que ver cómo se desarrolla la normativa y cuál es la implementación de las guías que propone la CMT para determinar a quién beneficia más, porque en estos momentos el marco sigue muy abierto´.

En principio, todos los operadores consultados coinciden en que Telefónica tiene difícil quejarse ante la regulación que se ha anticipado. La nueva red de fibra que despliegue no tendrá que ser abierta a los rivales más que con un servicio mayorista de mínimos y se ha aceptado su planteamiento de dividir España por zonas y regularlas de forma distinta dependiendo de la competencia que haya en cada una de ellas.

En este punto, fuentes del sector explican que lo primordial es conocer cuál será la división territorial que decida la CMT, porque el planteamiento será muy distinto si se hace de central en central o se si toman muestras más amplias. La patronal de las operadoras alternativas, Astel, muestra cierta preocupación por la posibilidad de que los precios de las telecomunicaciones suban en las zonas donde se decrete que no hay competencia.

Inversión en redes

También es positivo para Telefónica la intención del regulador de incentivar la competencia en infraestructuras, porque para ella significa que no tendrá que compartir su red, sino esperar a que las telecos alternativas, con menos fondos en España y desde posiciones de partida más rezagadas, construyan las suyas y emulen su red de fibra. Sin embargo, la obligación que le ha impuesto la CMT de abrir sus canalizaciones -los conductos por los que discurre la fibra en el subsuelo- a terceros da posibilidades a sus rivales.

El conflicto, en este caso, es cómo se va a regular esta apertura. La CMT ha rechazado la idea de desarrollar una normativa específica y lo deja al acuerdo entre las partes. El objetivo es dar más rapidez al proceso, porque redactar una legislación podría llevar más de un año. Los rivales de Telefónica aprecian la intención del regulador, pero consideran que tiene cierto riesgo. Todo depende, explican, de la intención de colaborar del ex monopolio a la hora de darles la información sobre sus canalizaciones y permitirles el acceso a sus conductos para que los alternativos puedan instalar sus redes.

Uno de los competidores de la compañía dominante señala que la CMT va a tener un papel muy importante en este nuevo escenario, ya que la regulación pasa a ser ex post -a posteriori-. Y aquí se abren dos posibilidades. Por un lado, el regulador puede demostrar entonces su proteccionismo hacia el ex monopolio, pero también puede optar por actuaciones más duras contra él, porque intervendrá cuando ya se haya constatado una situación de incumplimiento.

Cómo evitar varios cableados en los hogares

La competencia en infraestructuras que preconiza la CMT daría lugar, llevada al último extremo, a la instalación de tantos cables en los hogares de los usuarios como ofertas de banda ancha existan. Pero el regulador ya ha pensado una solución para evitarlo, entre otras cosas porque en algunos edificios sería físicamente imposible la convivencia de las redes.

Por ello, la nueva regulación establece que estas infraestructuras tendrán que compartirse entre las operadoras que hayan llegado hasta el acceso exterior del hogar o edificio en cuestión con redes de fibra. Así, el usuario podrá optar por las distintas ofertas de las compañías sin tener que cambiar el tendido de cable interior.

En teoría, está obligación resulta perjudicial para Telefónica, porque es la compañía que más fácil tendría acelerar el despliegue de su red de fibra y conseguir usuarios cautivos, si la legislación lo permitiera. Pero la CMT ha ampliado a todos los operadores esta imposición, lo que equilibra la balanza.

Según varias fuentes del sector, la parte más negativa de la regulación de la CMT para Telefónica es que se reserva la posibilidad de segregación funcional de la red del ex monopolio en caso de que la competencia no funcione. Los rivales de la compañía dominante son conscientes de que la comisión está en contra de esta posibilidad, pero dan relevancia a que finalmente haya decidido incluirla en el texto.

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