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(El País, 9/12/2008) Llegó, amenazó y se marchó. La comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, ha dejado claro este martes en Barcelona que no tolerará que Telefónica vuelva a imponer su dominio en el acceso a Internet gracias a la nueva red de fibra óptica que permitirá velocidades superiores a 30 Mbps (megabit por segundo) y nuevos servicios como las televisión de alta definición o las descargas masivas.

"La nuevas redes, tanto de fijo como de móvil, deberán estar siempre abiertas a todos los competidores. No permitiremos que a costa de las nuevas redes de fibra se vuelva al monopolio de Telefónica en España", señaló Kroes en la apertura de las jornadas del décimo aniversario de la liberalización de las telecomunicaciones que se celebran hoy y mañana en la Ciudad Condal.

Las palabras de la comisaria suenan a desafío no sólo porque han sido pronunciadas en un acto organizado por la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), el regulador español con el que está enfrentado Bruselas, sino porque apenas una hora después intervenía César Alierta, el presidente de Telefónica, compañía con la que Kroes mantiene también una dura pugna pues no en vano Kroes ha sido la instigadora de una multa por 152 millones de euros contra la operadora española por abuso de posición dominante en el mercado de acceso a la Red.

A la comisaria no le ha hecho mucha gracia la resolución de la CMT que permitía a Telefónica tender su nueva red de fibra sin tener que dar acceso a los competidores en aquellas zonas declaradas con suficiente competencia. Kroes indicó que la Comisión no va a permitir "vacaciones regulatorias" ni "segmentación geográfica" para la nueva red de Telefónica, y que se obligará a esta a alquilar esa red a sus competidores a precio regulado si estos lo solicitan, como ya ocurre con la actual red de ADSL "porque lo contrario sería mirar al pasado en lugar de al futuro".

Kroes ha aceptado que se incentive a los nuevos operadores para que tiendan su red propia y reconocerá una "prima de riesgo" (que no cuantificó) para aquellas compañías que, como Telefónica, inviertan en nuevas infraestructuras en lugar de convertirse en meros revendedores de servicios usando una red ajena. En cualquier caso, se trataba de un desafío de cara a la galería puesto que la Comisión Europea ya ha pactado con la CMT una modificación de la normativa aprobada inicialmente por el regulador español para relajar las condiciones del acceso a la red de Telefónica, según se conoció hoy en los pasillos de estas jornadas.

El pacto secreto (a voces, porque está en conocimiento de todos los operadores) consiste en que la CMT accede a eliminar la distinción que había hecho entre zonas con suficiente competencia -donde Telefónica gozaba de total libertad comercial- y sin ella -donde debía dar acceso a sus competidores- a cambio de mantener el criterio de la velocidad: hasta 30 megas, Telefónica estará obligada a dar servicios mayorista regulado a sus rivales, a partir de esa velocidad, los operadores deberán tender su propia red o negociar libremente con Telefónica.

Las palabras de Kroes no han hecho mucha gracia a Alierta que, apenas una hora después, advertía en el mismo foro, que el empecinamiento regulador de la Comisión puede poner en peligro los 250.000 millones de euros de inversión que movilizará el tendido de nueva red en toda Europa y los 1,8 millones de puestos de trabajo que estarán asociadas al mismo. "Necesitamos un modelo de competencia sostenible que facilite la inversión y la innovación que no es, por desgracia, el modelo propuesto por la UE en su nueva directiva", indicó Alierta.

A Vittorio Colao, el consejero delegado de Vodafone, tampoco le contenta la legislación comunitaria, pero por motivos muy distintos. El primer ejecutivo de la multinacional británica cree que el sector del móvil está siendo exprimido por la Comisión con su intervención para regular los precios de interconexión -lo que se cobran las compañías entre sí- o de itinerancia -interconexión internacional- que está estrechando peligrosamente los márgenes de las operadoras en un momento de crisis económica, poniendo en peligro las inversión.

En esa petición de desregulación para el móvil está de acuerdo con Alierta, como destaca el hecho de que España sea el país con mayor penetración de banda ancha móvil. Pero lo que vale para el móvil, no vale para el fijo, y Colao ha pedido a la Comisión que regule el mercado de banda ancha fija, obligando a Telefónica a abrir su red a sus competidores, como Tele 2, adquirida el pasado año por Vodafone.