El proyecto Obsoletos ayuda a usuarios e instituciones a reutilizar viejos equipos informáticos y construir artilugios con piezas sueltas.
(Baquía, 25/11/2008) La llegada de las nuevas tecnologías ha supuesto, por supuesto, una buena noticia para todos los amantes del progreso y del avance tecnológico: ordenadores de sobremesa, portátiles, reproductores de MP3, ipods, unidades de almacenamiento... Sin embargo, la fiebre por tener siempre lo último y la inmediata caducidad del atractivo de un producto hace que estemos convirtiendo nuestro entorno en un basurero tecnológico cada vez mayor.
Contra ese basurero pretenden luchar la asociación Basurama, El Club del Ocio y Alfonso Sánchez, un grupo de amigos de Madrid especializados en tecnología que están llevando a cabo el proyecto obsoletos. 'Obsoletos' es un amplio proyecto que consiste en concienciar a los usuarios y las instituciones acerca de la necesidad de reutilización de los equipos tecnológicos desechados. Este grupo trabaja con el concepto de obsolescencia de los equipos y promueve el reciclaje electrónico a través de varias conferencias y diversos talleres en los que enseñan a sus alumnos de qué forma pueden aprovechar los componentes de un equipo informático que ya no usen y reutilizarlos para otras funciones, de modo que estos componentes no pasen a formar parte del basurero del que antes hablábamos.
El reciclaje electrónico es necesario para los usuarios, pero aún mucho más necesario lo es para las instituciones, especialmente esas entidades públicas que renuevan cada poco sus equipos informáticos y condenan a los viejos equipos al más desastroso ostracismo. De hecho, el equipo de Obsoletos se encuentra esta semana en la Facultad de Ingenieros Industriales de Ciudad Real para enseñar al personal de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) a reutilizar los equipos de la universidad y aprovechar viejas piezas (carcasas, tarjetas, placas base...) dándoles un nuevo uso, recuperándolos o usándolos para construir todo tipo de artilugios como una máquina de bailar, unos altavoces o nuevos equipos informáticos totalmente válidos para funciones más limitadas y que requieren de menos recursos. Todo ello mediante un programa en el que también habrá una charla sobre la gestión de residuos electrónicos y eléctricos a cargo de José Ramón Carbajosa (de la Fundación ECOLEC) y otra sobre obsolescencia planificada y basura electrónica a cargo de Francisco Fernández Ferreiro, de Basurama.
Auténticas joyas en la basura
Si uno se da una vuelta para comprobar muchas de las cosas que tiramos a la basura, sobre todo nos daremos cuenta de la frecuencia con que los consumidores cambiamos de móvil por mero capricho, algo que no está del todo mal siempre y cuando no convirtamos nuestro antiguo móvil en un auténtico residuo inservible. Muchas de las piezas de los móviles se pueden recuperar y darles otro uso, lo que contribuirá no sólo a una mejora en nuestro bolsillo sino también a una mejor y más eficiente gestión de todos los recursos tecnológicos que tenemos a nuestra disposición.
En cuanto a los equipos informáticos, son las empresas las que con mayor frecuencia renuevan la plantilla de ordenadores y desechan los equipos viejos. Los chicos de Obsoletos se han encontrado casi de todo en la basura, pero podemos destacar el día en que se encontraron nada menos que un Core Duo de 3 ghz, 1 GB de RAM y un disco duro de 160GB. ¿Su único defecto? La tarjeta de vídeo no funcionaba.