Telefónica respondió ayer a la ofensiva desatada por Vodafone el pasado martes para atacar el mercado de telefonía de voz fija de los hogares. La oferta de Movistar es una tarifa plana para llamar a teléfonos fijos –por un máximo de mil minutos al mes, es decir, una media de 33 minutos diarios– desde los móviles Movistar por 15 euros al mes.
(Expansión, 16/2/2008)
El límite de los mil minutos es igual al que fijó Vodafone para su tarifa plana, que también tiene un precio de 15 euros mensuales.
El gigante español de las telecomunicaciones contrarresta así, sólo tres días después, la oferta de su rival de telefonía móvil, con el argumento de la que oferta de Movistar es más flexible, puesto que permite llamar a los fijos cuando se usa el móvil desde cualquier ubicación, y no sólo desde el hogar y los alrededores, como ocurre con la oferta de Vodafone. Además, la oferta de Movistar disfruta de la ventaja, obvia, de que beneficia a un colectivo mayor de clientes, 22,4 millones –los usuarios de Movistar–, frente a los 16 millones que tiene Vodafone, puesto que se dirige a la totalidad de sus usuarios, ya sean de contrato o tarjeta prepago.
Una vez que se superen esos mil minutos mensuales, el resto de las llamadas se cobrarán según la modalidad de contrato o de tarjeta que tenga cada cliente de Movistar. Además, la tarifa plana móvil es compatible según señala la operadora, con la mayoría de los planes de descuento y ofertas de Movistar.
Por su parte, fuentes de Vodafone salieron ayer al paso de los argumentos esgrimidos por su rival, en una batalla de comunicados oficiosos entre ambas empresas. Vodafone señaló que según sus datos sólo entre el 10 y el 15% del gasto medio de un teléfono móvil se dirige a fijos, lo que supone unos 4 euros mensuales. Según este baremo, sólo resultaría ventajoso para usuarios que tengan un patrón de uso muy centrado en llamadas a fijos.
En Telefónica, por el contrario, ha causado extrañeza la oferta de Vodafone, ya que sólo se dirige a los clientes de operador histórico que no tienen ADSL. Este colectivo es, por tanto, el menos dinámico e innovador. Se considera que, además de ser un colectivo decreciente en número, reúne a los clientes más tradicionales, que menor gasto en telecomunicaciones realizan y que son reacios a un cambio de operador.