El buscador más utilizado de Internet quiere celebrar su primera década derrotando a la ´ciberenciclopedia´ Wikipedia y entrando en la telefonía móvil.
(El País, 6/1/2008)
El universo Google comienza a ser asfixiante. Su éxito provoca la misma sensación de admiración y resquemor que en su día causó Microsoft y su sistema operativo Windows. Para la empresa californiana, 2008 es un año especial. En septiembre próximo se celebrará el décimo aniversario de su fundación por los entonces casi imberbes Larry Pages y Sergey Brin. La historia de su noviazgo profesional, que desembocó en el nacimiento de Google Inc., se ha contado tantas veces que es preferible obviarla. La única originalidad de la misma es que, en lugar del garaje donde nacieron tantas punto.com (comenzado por Microsoft), Google se alumbró en un dormitorio, como mandan los cánones de los partos, aunque sus fundadores no tardaron en mudarse al dichoso garaje.
Diez años después, Google es omnipresente. Si va buscando algo en Internet, puede emplear una infinidad de buscadores (Yahoo, MSN, Lycos, Terra, Noxtrum....), pero el 95% de los internautas españoles y el 61% del mundo prefiere hacerlo por Google. También hay una baraja de posibilidades para los que quieran localizar una dirección, desde los universales Yahoo Maps y Windows Live Local hasta los más locales pero no menos efectivos de Campsa o Páginas Amarillas. Y, sin embargo, Google Maps es el preferido. Y si lo que desea es viajar por el planeta a vista de pájaro, Internet le da opciones como el Virtual Earth de Microsoft o el más modesto SIGPAC que emplean los agricultores. ¿Por qué entonces 300 millones de usuarios han optado por Google Earth?
Si de vídeos se trata, existen decenas, cientos de sitios donde colgar, reproducir o descargarse imágenes (es especialmente bueno Megaupload). Pero cada día se descargan desde YouTube, adquirido por Google hace dos años, más de 100 millones de vídeos y los usuarios suben cada minuto 10 horas de vídeos.
Pero nadie es infalible. En el año de su décimo aniversario, Google se la juega en varios campos. Y por primera vez no cuenta con la aclamación general de crítica y público. La empresa se va a lanzar a hacerle la competencia a Wikipedia, la mayor enciclopedia de la Red, con su Knol. A diferencia de su rival, los artículos de Knol irán firmados y se permitirá a sus autores insertar anuncios, compartiendo los beneficios con Google.
El modelo, más allá de que pone fin al altruismo enciclopédico de la Wiki, suscita una cuestión que Google aún no ha sabido responder. Los autores, que ganan más cuanto mejor se posicione su página, estarán tentados de aplicar cualquier práctica, incluyendo el plagio, para obtener una mayor recompensa.
El otro gran desafío para 2008 será Android, la apuesta por la telefonía móvil de Google. Android nace de una decepción. Todos esperaban que Google sacara un novedoso terminal que le hiciera burla al iPhone. Pero no hubo tal, sino un programa de software para aplicaciones en el móvil. Ahora vende su Android como una revolución que convertirá el móvil en una herramienta de navegación y búsqueda tan eficaz y ágil como el PC. La diferencia es que estará al alcance de 4.000 millones de personas y a todas horas.
Google podría reinventarse a sí mismo si le sale bien el invento, pero cuesta creer que los gigantes del móvil como Nokia se vayan a chupar el dedo para que el buscador les robe el pastel de su horno. Por lo pronto ya han arreciado las críticas sobre la posible incompatibilidad de Android con muchos fabricantes.
Google también ha de librar otra batalla, la de la privacidad. Una empresa que guarda los datos de los 1.000 millones de búsquedas diarias durante 18 meses y tiene en la publicidad su primer negocio despierta recelos. La Comisión Europea les vigila de cerca. Ya les dio un aviso el pasado año y puede seguir estrechando el cerco. Además, pese a la imagen de modernos que cultivan sus fundadores y máximos directivos, que van en patinete y no tienen horarios, Google está bajo el dedo acusador por su política de colaboración con las autoridades, incluyendo las que practican censura, como las chinas.
Google cumple una década. Nadie duda a estas alturas que el niño ha salido prodigio. Es el éxito empresarial más fulgurante de la historia. Aún no ha cumplido 10 años y vale 150.000 millones de euros, más que Telefónica, que tiene 80 años. Y el éxito de su buscador sólo es comparable a inventos como el post-it, salvando las distancias. Este año se la juega en terrenos ajenos. Feliz aniversario, Mr. Google.