La exposición a las señales de los teléfonos móviles durante sólo cinco minutos podría estimular un proceso de división celular.
(La Voz de Galicia, 30/8/2007)
La exposición a las señales de los teléfonos móviles durante sólo cinco minutos podría estimular un proceso de división celular, según un nuevo estudio sobre el uso de este tipo de telefonía publicado en el último número de la revista New Scientist. Ese proceso ocurre de forma natural en el crecimiento o rejuvenecimiento del tejido humano, pero ocupa también un papel central en el desarrollo de los procesos cancerosos.
Un equipo dirigido por el profesor Rony Seger, investigador del cáncer que trabaja en el Instituto Weizmann de Rehovot, Israel, expuso células humanas y de rata a radiación electromagnética a una frecuencia similar a la emitida por los móviles aunque a una décima parte de su potencia.
Tras sólo cinco minutos, los investigadores identificaron la producción de cinasas reguladas por señales extracelulares (ERK1/2), substancias químicas naturales que estimulan la división y el crecimiento celulares.
«La importancia real de nuestro descubrimiento es que las células no son inertes a la radiación de los teléfonos móviles aunque no estén expuestas a elevación térmica», explica el profesor Seger, citado hoy por el diario «Daily Telegraph».
«Utilizamos niveles de radiación equivalente a la décima parte de los que genera un móvil normal, y los cambios observamos no se debieron al calentamiento», señaló el científico.
Según Graham Philips, de Powerwatch, un grupo que analiza el riesgo potencial de los teléfonos móviles, las directrices oficiales sobre el uso de estos aparatos indican que la salud sólo puede verse afectada en caso de elevación importante de la temperatura del tejido humano.
«El nuevo estudio indica, sin embargo, que se producen cambios biológicos también en respuesta a radiaciones de bajo nivel, lo que podría tener implicaciones para la salud», señala Philips.
Otros científicos, como Simon Cook, bioquímico del instituto Babraham, cerca de Cambridge (Inglaterra), se muestran más escépticos y señalan que aunque los resultados del estudio son interesantes, no demuestran, sin embargo, que la división celular suficiente como para activar un proceso canceroso.