Cada vez más webs tienen en cuenta el idioma preferido por el usuario que las visita, aunque sea más por razones de marketing que por otro motivo. Esto ya no sólo pasa en casa Google, sino incluso en webs de empresas mucho más modestas. Pero, ¿qué podemos hacer nosotros, simples usuarios de internet, para indicar automáticamente nuestras preferencias? ¿Cuáles son las últimas tendencias en la creación de webs? ¿Está anticuada la de mi empresa?
(iSolucions, 11/9/2008) Hoy en día "ya no se lleva" que la página inicial de una web sólo sirva para que el visitante escoja el idioma. Primero, porque esta página es demasiado valiosa para desaprovecharla de esta manera; segundo, porque casi nadie accede a las webs directamente tecleando el dominio, sino a través de buscadores; y tercero, porque la gente ya está tan acostumbrada a que al primer intento le salga la información concreta que desea y en su propio idioma, que tener que hacer más clics de los estrictamente necesarios puede encontrarlo molesto y provocar el abandono de la web antes de haber tenido tiempo de convencerla de nuestros méritos.
Si hay un par de cosas más que se deberían evitar al diseñar un sitio web, son estas:
Con la adecuada gestión del idioma conseguimos un doble objetivo: proximidad, acercándonos al cliente local, como sería el caso del catalán; y globalización, incorporando no sólo el inglés, sino cualquier otro idioma propio de los mercados a los cuales queremos acceder: holandés, alemán, chino, etc.
Ahora bien, como usuarios, de nosotros depende simplificar el proceso de escoger el idioma y no tener que hacer tantos clics, ya que podemos configurar nuestro navegador para evitarlo.
Tanto al Explorer, como al Firefox, Opera, Safari, etc., incluso al recién estrenado Chrome, se le puede decir cuales son nuestros idiomas preferidos y en que orden.
Así pues, nos podemos encontrar en la situación de tener delante una página web con los menús en catalán y el contenido del artículo en francés porque hemos escogido este orden: catalán, castellano, francés e inglés; y, mientras los menús sí que los tienen en catalán, el artículo sólo está en inglés, ruso y francés. De hecho esta sería la mejor solución para la persona del ejemplo, que no está muy ducha en inglés.
Para configurar los idiomas en cada navegador, sigue la pista correspondiente:
Con esto no cambiaréis el idioma de los menús de vuestro navegador, sólo la información sobre vuestros idiomas preferidos, y en que orden, que se envía a cada web que visitéis.