Una 'web' permite conocer la radiación producida por los terminales - Ninguno excede el máximo permitido.
(El País, 13/6/2008) La discusión acerca de los supuestos riesgos de los teléfonos móviles es como un Guadiana: aparece y reaparece periódicamente. Para aclarar la situación, la publicación digital CNET reviews ha elaborado una lista con todos los modelos que se venden en el mercado estadounidense, y sus emisiones.
Antes de consultarla hay que tener en cuenta lo siguiente: la unidad que se usa son los vatios por kilogramo, que mide la tasa específica de absorción (SRA en inglés), es decir, la potencia de la radiación que penetra en el cuerpo humano. El máximo impuesto por las autoridades para que un modelo pueda ser comercializado varía: en EE UU y Canadá es de 1,6, y en Europa, de 2. Sólo un modelo, el Motorola V195s, llega al 1,6, de acuerdo con esta lista. El que menos (0,135) es el LG KG800.
La lista no es más que una orientación, pero reabre el debate sobre la seguridad de los celulares. Una discusión en la que participan pocos científicos, pero en la que intervienen muchos aficionados.
La excepción, hace semana y media, fueron tres neurocirujanos que acudieron al programa de Larry King en la CNN. Los tres, invitados para discutir sobre el tumor cerebral de Edward Kennedy, declararon que usaban dispositivos para alejar el aparato de la oreja, o que preferían utilizarlo en manos libres. Con eso se desató otra vez el debate.
Pero este planteamiento no tiene, hasta ahora, base científica. Ni la Organización Mundial de la Salud ni la Agencia del Medicamento y Alimentación estadounidense admiten que haya ningún riesgo demostrado para la salud en el uso de móviles: el calentamiento que producen es mínimo y perfectamente asumible por el cuerpo, y no hay tumores ni daños en el ADN.
Entonces, ¿por qué hay quienes dudan? El problema, explica Juan Represa, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, es que mantener la suposición de un posible riesgo siempre es posible: "En ciencia, demostrar el no efecto de algo es imposible", afirma. Se puede decir que "hasta ahora" esas complicaciones no han aparecido, pero eso no evitará que los escépticos digan que "habrá que esperar más tiempo y ver". Y a eso se agarran los aprensivos.