Ni el Partido Pirata ha querido perdérsela. Más de 30 compañías o instituciones relacionadas con las telecomunicaciones han dado su opinión a la CMT sobre la regulación de las nuevas redes de fibra. Doce operadoras creen que se debería segregar la red de Telefónica, como en Reino Unido.
(Cinco Días, 13/11/2007)
Fue en mayo cuando la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) lanzó 51 preguntas al sector, en el marco de la consulta pública que servirá de base a la regulación de las redes de nueva generación, las infraestructuras de fibra que permitirán velocidades de 100 megas y televisión de alta definición en internet.
El viernes concluyó el plazo para contestar y ayer el regulador hizo públicas las respuestas. Nadie ha querido quedarse al margen. Han sido 31 operadoras, fabricantes de equipos, instituciones y un partido, el Pirata, los que han contestado, y muchos de ellos en un mismo sentido.
De las 51 preguntas, realmente había dos en las que se definía la posición del consultado. La primera versaba sobre la conveniencia de aplicar las llamadas vacaciones regulatorias a la nueva red de Telefónica. El rechazo es casi unánime, hasta el punto de que ni la propia interesada da un sí abierto y sin paliativos.
La pregunta más polémica, sin embargo, sobre todo por la posición que la Comisión Europea tiene sobre el tema, es sobre la separación funcional de la red de Telefónica. La CMT pregunta la opinión sobre la conveniencia de aplicar el modelo británico y forzar al ex monopolio a segregar su infraestructura en una filial independiente y separada de la actividad comercial que la ponga a disposición de todos en las mismas condiciones.
Telefónica se ha mostrado radicalmente en contra de esta posibilidad, pero doce operadoras, incluso más si se toman en cuenta los matices, estarían de acuerdo.
Las británicas BT y Colt son las más abiertas defensoras de ello, quizá porque lo viven en su mercado de origen y saben cómo funciona. Orange, en cambio, considera que la separación debe ser una decisión de última instancia, igual que Jazztel. Yacom, a pesar de que ya forma parte del grupo de Orange, cree que se dan las circunstancias para exigir la segregación.
También son muy combativas las cinco compañías de ADSL de cobertura regional que han unido sus fuerzas en una respuesta conjunta. Son Sarenet, Ibercom, Pro Red, IdecNet y Dti2 y ninguna de ellas tiene dudas de que la infraestructura de Telefónica debe segregarse, para garantizar la competencia en banda ancha en España.
La operadora de cable Ono es partidaria de la separación, pero sólo para la red de cobre, no para la de fibra, mientras que Tele2, Telecable y Vodafone no lo descartan, pero con un análisis previo muy profundo.
Otro punto importante de la consulta es que los rivales de Telefónica piden que se mantenga la regulación actual para la red de cobre y no creen que las redes de banda ancha de móvil -UMTS- y fijo inalámbrico -Wimax- sean, hoy por hoy, una alternativa a las redes tradicionales.
No al regulador europeo
Si las operadoras tienen sus opiniones sobre cómo debe regularse el sector, la CMT también tiene su postura ante los cambios normativos que pueden afectarle a ella y que no proceden de otro sitio que de la Comisión Europea. Hoy se conocerá la nueva regulación comunitaria para el sector y ayer el presidente de la CMT, Reinaldo Rodríguez, se pronunció sobre ella. El ejecutivo insistió en las críticas a la creación de un regulador europeo e indicó que esta entidad no tendría cabida en un mercado nacional, sino para actividades y servicios transfronterizas, informa Europa Press.