Tener en cuenta algunos elementos en el diseño y apariencia de nuestra página web puede ahorrarnos perder unos cuantos usuarios.
(
Baquía, 19/9/2007)
Hace tiempo que pasaron los tiempos de los gifs animados y los frames, pero todavía existen unos cuantos elementos del diseño de una página web que pueden asustar al usuario más pintado y provocar que salga corriendo.
Es importante recordar que un usuario que huye de nuestra web es posible que no vuelva nunca más, por lo que debemos tener en cuenta los factores que pueden provocar su huida. En Binary Moon nos recuerdan diez elementos básicos a tener en cuenta en el diseño de una web para respetar al máximo al usuario:
- Vista previa de de los enlaces: existen programas, principalmente Snap.com, que permiten previsualizar en una pequeña ventana la página a la que dirige un enlace. Esta aplicación puede resultar molesta porque ralentiza la carga de las páginas e interfiere en el contenido que estamos leyendo. Se puede bloquear mediante la configuración de las cookies o, más sencillo, utilizando el plug-in Adblock de Firefox.
- Exceso de publicidad: los anuncios no son malos, salvo que saturen la página y se impongan por encima del contenido. Los molestos pop-ups han perdido relevancia, pero los interstitials que ocupan toda la pantalla y retrasan diez segundos la información que queremos ver pueden ser una perfecta invitación a cerrar la ventana.
- Anuncios desplegables: una forma de publicidad traicionera, son esas cortinillas que se despliegan desde un banner lateral o superior, y que en sus formas más retorcidas esconden o camuflan, a cambio de sumar engañosos clics, el aspa en la que hay que pinchar para cerrarlas.
- Anuncios en el texto: otra forma de despistar a los lectores es introducir anuncios con la apariencia de hipervínculos, que se pinchan sin tener claro si pertenecen al texto introducido por el editor o no.
- Feeds RSS: no cabe duda de la utilidad de aplicaciones como del.icio.us o Twitter, pero resulta un tanto molesto suscribirse a feeds que incluyen suscripciones a estos servicios, básicamente porque no es la información que queremos recibir.
- Mala navegación: sucede tanto en blogs como en todo tipo de páginas: logos que no enlazan con la página de inicio (prácticamente un estándar aceptado universalmente), navegación interna defectuosa, errores en la clasificación de los contenidos… Siempre queda algún detalle que pulir.
- Archivos: para los blogs no es difícil clasificar la información antigua, ya que la mayoría se configuran con plantillas estandarizadas que incluyen categorías de archivos. Pero muchas webs fallan tanto en el acceso como en el archivo de sus históricos, y a menudo es más práctico localizar un contenido a través de Google (lo cual resta tráfico) que en la propia web.
- Contraste en el texto: utilizar fuentes pequeñas y contrastes bajos puede resultar atractivo desde el punto de vista del diseño, pero puede ser un problema a la hora de leer, dependiendo de la configuración del monitor de cada usuario.
- Textos largos: las líneas quilométricas o los párrafos con apariencia de muro de hormigón son una de las mayores pesadillas para un lector. Hay que utilizar siempre el número justo de palabras, y no olvidar refuerzos que aligeran la lectura, como el uso de negritas o el interlineado.
- Información: principalmente relacionada con la fecha en que se crea un artículo, que a menudo pierde sentido con el paso del tiempo. También hay quien echa en falta el nombre del autor, la categoría a la que pertenece el contenido o los tags relacionados, por aquello de profundizar en el tema en cuestión.