Los distribuidores del sistema de código abierto ven grandes posibilidades en el mercado residencial, sobre todo gracias a Ubuntu.
(Baquía, 26/7/2007)
Pese a las críticas que reciben continuamente los sistemas operativos lanzados por Microsoft, éstos siguen siendo los más populares entre los usuarios, que están acostumbrados a moverse en un entorno determinado y con unas opciones concretas. Todo aquello que suene diferente a Windows es visto como algo difícil e innecesario, aunque realmente no sea así.
De hecho, Linux siempre ha sido catalogado por los expertos como el SO más estable y, pese a su buena fama, siempre ha encontrado una gran resistencia por parte de los usuarios masivos. El sistema operativo tan solo ha conseguido un mayor apoyo para su uso en servidores y por parte de los usuarios más avanzados, aunque la situación está cambiando.
Los principales distribuidores de Linux se sienten optimistas ante el futuro, y han mostrado su visión positiva del mercado en la convención anual sobre software libre que realiza O’Reilly. Según su opinión, estos sistemas podrían llegar de una vez por todas al mercado masivo, gracias a la utilización de técnicas de marketing similares a Microsoft, el apoyo de compañías fabricantes de ordenadores (HP y Dell) y a la creación de versiones mucho más visuales que sean atractivas para los clientes.
“Estamos inmersos en la nueva gran batalla, en un lugar en el que Linux nunca había estado antes: el mercado de los consumidores” ha asegurado Ferry Carr, director de marketing de Canonical.
Desde hace diez años, los desarrolladores de este software de código abierto han intentado que se consolidara como una opción interesante ante Windows, para frenar el monopolio de Microsoft. Para ello, han creado un software bastante compatible con todo tipo de hardware, ampliamente configurable y completamente gratuito. Sin embargo, la utilización de entornos menos visuales, los problemas de compatibilidad y los conocimientos mínimos necesarios para instalarlo, han relegado a Linux a un segundo plano.
En los únicos terrenos en los que ha conseguido plantar cara a Microsoft es en aquellos más profesionales como los sistemas de bases de datos, servidores o aplicaciones de back-office (donde tiene el 13% del mercado). Los usuarios residenciales siempre han tenido la concepción de que Linux es tan solo para aquellos que tengan grandes conocimientos informáticos, aunque la tendencia está cambiando.
El responsable de este giro es Ubuntu, un sistema Linux distribuido por Canonical y que está consiguiendo un gran éxito. Su sencilla interfaz, la facilidad de instalación y la posibilidad de utilizar prácticamente todas sus opciones en entorno gráfico lo han consolidado como la opción más interesante para aquellos usuarios que quieran probar el sistema operativo. Actualmente está instalado en más de seis millones de ordenadores en todo el mundo, y cuenta con una activa comunidad de más de 13.000 usuarios registrados.
Otro de sus puntos fuertes es el LiveCD; con él, los usuarios tienen la posibilidad de bajarse el software de la web, grabarlo en un CD y probarlo en su ordenador. “Queremos que la gente lo vea, lo sienta y lo entienda” ha asegurado Carr. Este sistema sencillo de instalación se está convirtiendo en la forma favorita de los nuevos usuarios de Linux para acercarse al sistema, así como Wubi, una aplicación que es capaz de instalar el SO en Windows, sin tener que renunciar al entorno de Microsoft.
En la convención también se ha puesto de manifiesto el éxito que están teniendo Mandrila y Debian Etch, aunque Ubuntu es la gran estrella de los últimos meses.